La visita de Homero

Comenzó por la sensación fría de los dedos contagiando al ojo interno y la observación de los sucesos… la visión contemplativa. Cientos de puertas para perderse y como una brisa cálida que da vuelta en la esquina llega el resumen de noticias, el missing time de lo no resuelto. Corte directo canal número infinito y más, un rostro oriental seguramente, ojos rasgados, médico. Primer plano que choca de frente con los ojos somnolientos de las tres de la tarde y el almohadón en la espalda. Una mujer extraña… algo extraño se dibuja en la sonrisa…que mas parece mueca…pelo teñido color…pasto seco y un fundido a negro hasta el estómago… la vista sobre el teléfono. 

Un muchacho frente a una mujer adulta, la misma, vestido rojo, cocina habla y se mueve con manos toscas en una decoración extranjera…su voz no es su voz, se emociona…algo dice…silencio. Un pasillo iluminado y la silueta verde…un disfraz de médico, sonríe feliz y saluda….a una mujer, la misma bajo una manta azul, no parece enferma, parece alegre…y el primer plano del beso cortés y amable se funde con el brillar del bisturí, el oriental y su chispa: Ahora procederemos a extirpar!!! (una mueca en la mujer) siento un frío escalofriante… que recorre la punta de mis dedos. 

Primerísimo primer plano de la sangre en cirugía…y ya no siento mi mano derecha y el frío comienza ahora sobre mi pierna….el monitor vipea la vida…y la subjetiva entorno al mesón quirúrgico y destapo la helada cerveza. Antes era él, ahora es ella, trago profundo, el oriental sonriendo con los testículos en la mano. Suena el teléfono…suena el teléfono…suena. Cambio de canal.

(Amorosky)